En 1890, un joven ingeniero de minas llamado Edmund J. Longyear estableció un nuevo estándar para la innovación en la minería. Longyear, miembro de la primera clase que se graduó en la Escuela de Minería de Michigan, hundió el primer orificio de perforación de diamante en Mesabi Iron Range en el norte de Minnesota. Longyear se dio cuenta de que había una necesidad de compañías de exploración ya que la industria de la minería de hierro y el acero de los EE. UU. Continuaba expandiéndose, y pronto formó una empresa contratada de perforación diamantina para atender este mercado.

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